“Sevilla es la parihuela de un bello paso de palio que cruza, en trabajadera, las calles, plazas y barrios. Huele a costal, a Catedral, huele a Calvario, a cielo azul, a Santa Cruz y a campanario. Huele a Sevilla”.
Esta letra del popular grupo Cantores de Híspalis recorre las calles de la ciudad cuando se acerca la época más bella del año: la Semana Santa. Si Sevilla se caracteriza por algo en especial es por la pasión que sienten sus habitantes por la fiesta religiosa que más destaca en Andalucía. Si bien es cierto que en la comunidad autónoma es una celebración muy similar entre ciudades como Córdoba, Málaga o Jerez de la Frontera, pero es Sevilla la cuna y origen de la Semana Santa tal y como la conocemos hoy en día.
Historia de la Semana Santa de Sevilla
Para contar la historia desde el principio, debemos remontarnos al siglo XVI, ya que las cofradías surgidas en la Edad Media sólo sacaban a la calle a modo de procesión las reliquias que poseían. Será en los albores del siglo XVI cuando las imágenes de las cofradías se conviertan en las protagonistas de dichas procesiones. Pero cabe preguntarnos: ¿qué es una cofradía o hermandad? La gran mayoría surgieron como agrupaciones de personas que pertenecían al mismo gremio con la intención de reunirse y rendir culto al patrón o patrona de su actividad laboral.
En el siglo XVI surgió en Sevilla una nueva fiesta religiosa: el Vía Crucis, fundado por Don Fadrique Enríquez de Ribera, un hombre proveniente de una de las familias más destacadas de la ciudad. Él acudió en uno de sus muchos viajes a Jerusalén y allí contó los pasos de la Vía Dolorosa, es decir, el camino que Jesús recorrió desde el Pretorio de Pilatos hasta el Monte del Calvario donde sería crucificado. Las medidas de esta vía fueron trasladadas por Don Fadrique a la ciudad de Sevilla para reproducir dicho camino una vez al año y sentir así en sus carnes junto a otros sevillanos la penitencia sufrida por Jesús.
A todo ello se le une que tras el Concilio de Trento, celebrado también en el siglo XVI, se recomienda por parte del Vaticano fomentar el culto a las imágenes y las procesiones. De esta manera, fueron muchas las hermandades que poco a poco fueron tejiendo un recorrido anual por las calles de Sevilla.
Semana Santa en el Barrio de Triana
Y si Sevilla destaca por la Semana Santa, el barrio de Triana es uno de los lugares donde más podemos disfrutar de la fiesta religiosa. Triana fue el lugar donde se concentró la población de etnia gitana en Sevilla, donde algunos palos del flamenco crecieron en sus patios de vecinos, donde se respiraba armonía, alegría y elegancia. Allí se encuentran hermandades de gran reconocimiento en la ciudad: la Hermandad del Cachorro, la Esperanza de Triana, la Virgen de la O, la Virgen de la Estrella…
De esta manera, Triana se alza como uno de los barrios referentes en el desarrollo de la Semana Santa andaluza. Es por ello que cuando uno va a Triana debe visitar la Cava de los Gitanos, la Cava de los Civiles y acceder a los tesoros que esconden las hermandades en sus iglesias, algo que no te perderás bajo ningún concepto si vienes a “trianear” con nosotros.