La Catedral de San Vito se levanta majestuosamente sobre los otros edificios del Castillo de Praga. Esta catedral de cuento de hadas, la más grande de la República Checa, estuvo siglos en el edificio, de hecho, diez siglos.
Los cimientos de la Catedral de San Vito datan del siglo X. Wenceslao I, duque de Bohemia, obtuvo el brazo de San Vito y quería construir una iglesia para resguardar la reliquia. La rotonda románica fue construida a principios del siglo X, pero el pobre de Wenceslao no tuvo un destino feliz, poniendo fin a cualquier plan que pudiera haber tenido para expandir la iglesia. En el siglo XI ya el número de feligreses superaba la capacidad de la iglesia, así que tuvo que ser expandida a Basílica y así va a ser como se va a quedar por 300 años.
En 1344, el rey Juan de Luxemburgo y su hijo el mismísimo Carlos IV, entre otros, decidieron convertir la iglesia en catedral. En noviembre de ese año, se colocó la primera piedra para hacer de la Catedral de San Vito el notable edificio que es hoy. El diseño básico fue proporcionado por el arquitecto francés Matthias de Arras en estilo gótico francés. Ocho años después, la catedral aún en construcción, Matthias murió. Las riendas fueron tomadas por el arquitecto checo de 23 años Petr Parleř, más tarde también fue el diseñador del Puente de Carlos (en su momento conocido como el puente de piedra). Parleř supervisó la construcción de todos los planes de Matthias, luego se dirigió en su propia dirección.
Antiguamente un escultor, Parleř diseñó la Catedral más como una inmensa escultura que como un edificio. Sus planes eran tan elaborados, y su trabajo adicional, aparte de la Catedral, requería tanto tiempo, que el mismo Parleř murió antes de que pudiera ver todos sus planes llevados a cabo.
La finalización de la catedral de San Vito en el siglo XX.
Fue hasta el año 1929 cuando la recién formada Republica de Checoslovaquia utilizara fondos privados para terminar la catedral. Fue ahí cuando el popular artista checo Art Nouveau Alfons Mucha diseñó un vitral que todavía brilla con esplendor; las otras ventanas, incluido el tremendo rosetón de 10.4 metros de diámetro sobre la puerta principal, permanecen intactas. Más recientemente, un mosaico medieval en la pared exterior de la Catedral, que muestra escenas bíblicas, fue restaurado minuciosamente.
La catedral, ahora patrimonio para la humanidad, estará por los siglos por venir representando el poder de la iglesia católica dentro del poder terrenal de los distintos gobiernos que pasen por este territorio. Y seguramente seguirá luciendo para foto de postal por muchísimos siglos más.
Puedes saber muchos más detalles de este lugar en nuestro tour Castillo de Praga y Malá Strana.