«…aquella giganta de Sevilla…tan valiente y fuerte como hecha de bronce…» Miguel de Cervantes
Con estas palabras, Miguel de Cervantes nos relata en el capítulo XV de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha cómo es la figura que corona la torre del campanario de la Giralda en la Catedral de Sevilla.
Esa figura de bronce de la que acabamos de hablar es conocida con el nombre de Giraldillo, aunque popularmente también es conocida con otros nombres como Fe, triunfo de la iglesia, Coloso de la fe victoriosa, Alegoría de la fortaleza de la Fe o Santa Juana. Pese a ser una figura conocida por todo sevillano, no todo el mundo conoce de qué trata, qué representa ni por qué se la conoce como el Giraldillo de Sevilla. Su nombre original no es Giraldillo, si no Triunfo de la Fe Victoriosa. Su elevada ubicación y el hecho de que se le conozca como Giraldillo (y no Giraldilla) pueden habernos llevado al error de pensar que estamos ante una escultura masculina, cuando en realidad representa a una mujer con túnica que acompaña una palma en una mano y un escudo en la otra, seguramente inspirándose en la Palas Atenea de Raimondi.
Además, nos puede dar la sensación de ser una figura pequeña cuando en realidad no es así. Se trata de una estatua de unos casi cuatro metros de altura y con un peso de 128 kilos fundida en bronce. Pero entonces… ¿Por qué parece más pequeña de lo que es? La respuesta es sencilla: la gran ostentación de la Giralda la hace empequeñecer.
Por este mismo motivo, alguna vez hemos pensado que el Giraldillo de Sevilla tomó este nombre porque coronaba la Giralda, pero fue justo al contrario: la estatua dio nombre a la torre. Desde el punto de vista funcional es una simple veleta que se mueve en función de la dirección del viento, pero desde el punto de vista patrimonial es mucho más que eso, aunque su historia no se enseñe en los colegios.
Sus orígenes e historia.
En la segunda parte del siglo XVI, en plena época del Renacimiento en España, el cabildo de la catedral de Sevilla manda transformar el alminar árabe adosado a la catedral al arquitecto Hernán Ruiz II “El Joven” con el fin de conseguir un templo cien por cien cristiano. Se trataba del único resto que permanecía en pie de la anterior Mezquita mayor almohade de Sevilla, junto con el Patio de Abluciones o de los Naranjos.
En este proyecto se quería añadir hasta un total de cinco cuerpos de altura y sección decreciente, colocando sobre este último una gran estatua de unos cuatro metros de altura donde su función fuera la de una veleta. El objetivo principal era representar el Triunfo de la Fe victoriosa y como bien muestra su verdadero nombre, simboliza la victoria de los cristianos sobre los musulmanes.
La estatua fue realizada por el escultor Juan Bautista Vázquez, también conocido como “el Viejo” y fundida en bronce en 1568 por el maestro artillero Bartolomé Morel. Siglos después, en el año 1999, fue bajada para su restauración. Tras su rehabilitación y exposición en las Reales Atarazanas, se devolvió a su lugar en julio de 2005. Durante este tiempo se colocó en su lugar una réplica realizada en 1981. Esta réplica, de unos 300 kg de peso, se expone actualmente ante la Puerta del Príncipe de la catedral para contemplación de todos los viandantes.
Por último, cabe destacar que El Giraldillo de Sevilla ha sido utilizada para diferentes actos de cultura popular como, por ejemplo, una adaptación como personaje de dibujos animados. Asimismo, fue la mascota elegida para el Mundial de Atletismo de 1999 celebrado en Sevilla y, por otra parte, también funciona a modo de galardón en dos eventos culturales: El Giraldillo da nombre a un prestigioso premio honorífico que se concede en el mundo del flamenco y un Giraldillo de Oro recibe el largometraje que resulta triunfador del Festival de Cine Europeo de Sevilla.
Como se puede comprobar, El Giraldillo ha sido, es y será historia de Sevilla.