El triángulo imperial lo componen Praga, Viena y Budapest. Esta última, aparte de ser la capital de Hungría, es una de las ciudades centroeuropeas más famosas. Su río, el Danubio, parte la ciudad en dos con su colosal tamaño, dejando a un lado y otro, nada más que belleza en forma de avenidas, edificios imperiales y preciosos puentes que ayudan a conectar las dos orillas.
Budapest es una ciudad con una grandísima historia, que a lo largo de los siglos ha pasado de ser un poblado a toda una capital imperial. Esto resulta en una ciudad llena de monumentos, palacios a una arquitectura y una cultura de lo más esplendorosa.
Si es la primera visita a esta ciudad, es recomendable buscar algún tour gratis para poder enterarnos de lo más importante, nada más llegar y sin pagar un duro.
Cómo ir del aeropuerto de Budapest al centro
El Aeropuerto Internacional Ferenc Liszt de Budapest proporciona a los turistas dos opciones para viajar al centro de la ciudad: autobús y taxi. Sin duda, esta última es la alternativa más barata.
Al salir del recinto, hallaremos la dársena en donde podemos comprar los billetes. El precio para un sencillo es de sólo 3 € (900 HUF), eso sí, el trayecto dura casi una hora.
La segunda opción es la más práctica pero también la más cara. Un trayecto del aeropuerto al centro, cuesta aproximadamente 26 € (8045 HUF), pero eso sí, solo tardaremos 35 minutos en llegar a nuestro destino.
El centro de Budapest
Una vez instalados es hora de empezar a conocer los recovecos de esta gran ciudad. Si no hablamos húngaro no tendremos mayor problema para movernos, si lo hacemos de la mano de White Umbrella y su free tour (link al sitio). En este tour gratis, pasearemos de la mano de unos guías que residente en esta ciudad y se conocen, no sólo los rincones, sino la historia de Budapest. Paseando con ellos por el centro, se nos mostrará uno de los monumentos que más turistas atraen a la capital húngara: el Parlamento. Se localiza en el distrito V, alzándose imponente en una orilla del río Danubio, por lo que su estilo neogótico es apreciable desde muchos puntos de la ciudad. La vista es definitivamente preciosa, pero también compensa acercase, ya que algunas zonas son accesibles.
Si seguimos con el tour gratis, no muy lejos hallaremos el antiguo palacio de los reyes húngaros: el castillo de Buda. Este complejo es un castillo colosal desde el cual tendremos muy buenas vistas de la ciudad. En pie desde el siglo XIV, destacan las diferentes reestructuraciones y expansiones que se han realizado, tanto en diseño, como en el tamaño. La entrada es gratuita y podremos acceder a una gran cantidad de sus rincones. Para llegar, podemos ir andando o utilizar un funicular que cuesta unos 4€.
Si llevamos un buen rato por la ciudad, ya habremos echado el ojo al imponente puente de las cadenas se encuentra justo enfrente del palacio de Buda. Este puente inaugurado en 1849, debe su nombre a las pesadas cadenas que lo sostienen, todo un símbolo para la ciudad. Es el puente principal de Budapest y todo un reclamo turístico, aunque desafortunadamente vehículos y peatones lo comparten.
Budapest: gastronomía y cultura
Tras haber recorrido la ciudad con el tour gratis, es hora de cargas las pilas con un buen almuerzo. En Budapest son de buen comer, mucho plato de cuchara contra el frío, carne de caza y unos postres con influencias turcas. Después de todo, Hungría ha tenido una historia llena de encontronazos entre ambos países, por lo que el imperio otomano, no sólo dejó huella en el país, sino también en los platos.
El más típico es sin duda el goulash, un caldo de carne con especias que es tan famoso que otros países como República Checa, han creado su propia versión. Otro de los platos estrella lo encontramos en el pollo paprika, una delicia con especias que podemos disfrutar en cualquier restaurante.
Una vez repuesta la energía, siempre podemos dar un paseo y hacer unas compras por los diferentes centros comerciales de esta ciudad.
Alrededores de Budapest
Al igual que en muchas ciudades de España, la capital húngara cuenta con un servicio regional de trenes cercanías. Con ellos podemos viajar a las afueras de la ciudad para disfrutar de pueblos como Szentendre, que se encuentra a 10 km o Gödöllő, que cuenta con una espectacular residencia barroca de los Habsburgo totalmente accesible. Eso sí, si contamos con mucho tiempo y nos gusta el agua, podemos viajar hasta una de las zonas que los húngaros más aman: el lago Balatón. Aquí no sólo podremos relajarnos tomando un buen baño, sino también realizar deportes náuticos. Para llegar, necesitamos tiempo, ya que está a unos 100 kilómetros de la capital. Por supuesto, podemos pasar el día y la noche, ya que encontramos numerosos hoteles para dormir.